3 de septiembre de 2008 (texto revisado en 2009)
Siguiendo con el hilo de lo que les había contado en mi primera entrada, la idea de irme para Canadá es el resultado de una decisión tomada luego de analizar varias etapas de mi vida.
(Debido a lo largo del texto, voy a partir este relato en tres entradas por facilidad de lectura)
Yo he sido una persona de una familia paisa «normal», de los que nadie ha salido más lejos que a San Andrés Isla (jeje), pero desde pequeño llevaba una gana hasta rara por conocer otras culturas, y hablar todos los idiomas que se me atravesaran… en fin, hacer amigos y amigas de todo el mundo.
Bueno, el tiempo pasó y cuando tuve la mayoría de edad estaba en un momento (creo que a muchos nos pasa) que era como un hervidero de cosas que sabía que podía hacer o podía aprender para ser bueno haciéndolas, estaba dándole forma a mi vida. Ya casi finalizaba la carrera tecnológica y uno de mis mejores amigos optó por postular a una beca para estudiar una Maestría en Miami, y Bendito sea Dios 🙂 ¡pasó!.
El hombre se fue para los EEUU y nos compartía por correo sus experiencias, las cuales fueron muy enriquecedoras para mi, y luego de muchas pensadas y discusiones con él me quedaron varias lecciones:
- Ver al país desde afuera ayuda a no cerrarse a las posibilidades que nuestro hermoso país nos da, las cuales no podemos ver por nuestra «miopía» (pues nuestro país está muy cerca de nuestros ojos).
- El multiculturalismo y la tolerancia nos enriquecen, y hacen que abramos nuestro corazón y nuestra mente al Mundo y a los demás. (en mi ciudad provincial de Colombia ¿cuándo ‘jijuemadres’ voy a conocer a un tipo o una mujer de un país bien raro, que ni el nombre sé pronunciar?).
- Qué pesar que de Colombia tengamos que recurrir al exterior para poder abrir las alas, porque hay muchas limitantes en diversos sentidos, y a los que queramos hacer algo distinto(*) nos toca quedar frustrados, porque jamás encontraremos una fuente digna de empleo en el área, y montar empresa es un poco complicado aquí. (*en mi caso lo «distinto» es mis áreas de la ciencia según mis estudios y gustos).
Aclaración: Antes de que piensen algo, tengamos en cuenta que todas estas ideas (en itálica) son más o menos de la segunda mitad de la década de los 1990s, y que ahora en 2009 ya hay en mi ciudad desde hace rato incubadoras de empresas y programas de cultura de empresarismo.
(Y luego de la acalaración)
… Bueno, y resulta que se me presentó la oportunidad de postular para una beca similar a la de mi amigo, pero por razones de fuerza MAYOR en la vida no pude hacer nada de eso. Dios sabe cómo hace sus cosas, aunque nos duelan en ese momento y en algunos posteriores. En los meses siguientes Dios me socorrió con mi primer trabajo antes de haberme graduado de la universidad. En este trabajo conocí una gran cantidad de personas excepcionales y adquirí experiencia laboral y experiencias de vida, las cuales me han forjado como ser humano.
Pero resulta que la conciencia me siguió «molestando» a cada rato, diciéndome ésto (nótese el acento de la región paisa de Colombia):
Viejo, yo sé que vos aquí podés hacer lo que querás, ayudar al país y estar feliz; pero yo te propongo que aprovechés la vida y te movás, conozcás al mundo, estudiés, aprendás de la gente y sus culturas, les compartás lo mejor de Colombia, y te traigás a Colombia lo que has aprendido
Pues bien, resulta que en varias ocasiones averigüé por oportunidades de becas (ICETEX y demás) en Holanda, Francia, Australia, Nueva Zelanda, Alemania, Suecia, y Estados Unidos. (nótese que Canadá no figuraba ni en las curvas)….
[Continúo en la próxima entrada]
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